27 de marzo de 2009

LA PIEDRA DE SAGOAN - CAPITULO I


CAPITULO PRIMERO

-DO-

S: ¡Hola piedra! He pensado mucho en nuestra conversación de ayer. Estoy desorientado. Han venido a mí las tres preguntas que han sido para el hombre las grandes incógnitas:


¿Quien soy?
¿De donde vengo?
¿A donde voy?


P: Sago-an, como todos los hombres, quieres conocer el final sin haber comenzado a recorrer conscientemente el camino. Dos preguntas son el pasado y una es el futuro pero:

¿Dónde está el presente?

Dejas pasar tu existencia pensando y asegurándote un futuro para recordar en la vejez tu pasado.

¿Dónde está tu presente?

Te afanas para ir detrás de los bienes terrenos, acumulando riquezas, engordando pasiones, sufriendo y gozando, creándote un status social, una parcela de poder sobre los demás hombres, amando y odiando.

¿Dónde está tu presente?


Sago-an, pruébate a ti mismo, al finalizar el día analiza cuanto tiempo has sido consciente de tu presente.


¿CUANTO HAS SIDO TÚ MISMO?


Cuando te alimentas no eres consciente de comer.

Cuando respiras no eres consciente del aire que entra en tus pulmones.

Cuando piensas no eres consciente de quien utiliza tu mente.


¿¿Dónde está tu presente??

Así como el espejo nos devuelve nuestra imagen cuando nos enfrentamos a él, también la olvida cuando nos alejamos.

Hay que volver a enfrentarse al espejo, años más tarde, para que nos muestre la nueva imagen con la experiencia vivida


A lo largo y ancho de este planeta, que en su día el hombre evolucionario denominó Tierra, siguiendo el ritual de dar nombre a todas las especies y elementos que había a su alrededor, el hombre primitivo estuvo condicionado a los ciclos de la naturaleza, tierra, agua, aire y fuego, humedad y sequedad.


La vida en la Tierra no fue un hecho casual, como no existe casualidad en el cosmos, sino un plan organizado que tomando como motor la evolución, bien entendida, dio origen a la aparición del hombre.

La evolución no es una suma interminable de mejoras biológicas en la especie, sino saltos de escalón con la aparición de individuos nuevos por mutación y con tendencia a la extinción de especies viejas.

No hay “eslabones perdidos”, simplemente no hay eslabones.

Hace 1000 millones de años el planeta fue modificando y diferenciando sus condiciones de habitabilidad para que 450 millones de años más tarde pudiera aparecer la vida en los mares.

Hace 550 millones de años cuando las condiciones básicas, como entre otras la temperatura e índice de salinidad, en los mares fueron las adecuadas se “alojaron” los arquetipos elementales de vida.

Necesitó 150 millones de años para que la vida vegetal marina fuera desarrollándose e iniciando un período de transición a la elemental vida animal marina.

Hace 400 millones de años, en un período de 250 millones de años, la vida vegetal marina continuó con su desarrollo, comenzó a trepar a tierra firme y adaptarse al nuevo medio.

Los animales marinos elementales aparecieron repentinamente, por mutación.

Hace 150 millones de años y durante un período de 50 millones de años, los animales marinos prosiguieron su desarrollo y adaptación a la solución de cloruro sódico de los mares.

A finales de este período comenzó la vida terrestre primitiva con adaptación a los dos medios

Hace 50 millones de años y durante 40 millones de años, los animales terrestres se van adaptando al medio con una respiración pulmonar.

Aparecen los primeros mamíferos.

Hace 1.000.000 de años aparecen las razas protohumanas o antepasados del hombre primitivo.

Los antepasados mamíferos del hombre primitivo aparecieron por primera vez.

Después de unas mutaciones sucesivas del tipo lemur americano, que en su día emigró a través del puente terrestre de Bering, avanzó poco a poco por la costa asiática y hacia el oeste en la franja terrestre comprendida entre el mar Mediterráneo y la cordillera montañosa de la India.

Se unió con las razas más favorables e instaurándose la descendencia de la raza humana, nuestros antepasados primitivos.

De los descendientes superiores de este lemur mamífero mesopotámico se establecieron dos grandes grupos, los simios modernos y la raza humana actual.

A diferencia de sus primos simios, estos protohumanos eran carnívoros, con un primitivo pulgar de la mano oponible y un dedo gordo del pie útil para asir.

Se desarrolló cada vez más el pulgar oponible y perdiendo la capacidad de asir del dedo gordo del pie.

Su cerebro era mayor que el de los simios, de mente aguda, vieron la utilidad de asociarse, creando comunas, y fabricar sus viviendas en lo alto de los árboles para su supervivencia.

El temor del ser humano tiene su comienzo en estas fechas.

Sus continuas guerras con las demás especies fueron dando origen a una supervivencia selectiva, mejorando así la raza.

Su propagación por Mesopotamia durante unos mil años mejoró su tipo físico y su inteligencia general para que de forma repentina apareciera, hace aproximadamente 1.000.000 de años, una mutación de individuos diferenciados de sus antepasados, con piernas más largas, brazos más cortos, mayor estatura, menos pelo en el cuerpo y caminar erguido.

Su cerebro era comparativamente más grande que sus progenitores e instituyeron una forma primitiva de organización social y división del trabajo.

De ojos negros y tez morena, la melanina es original de esta primera raza, fueron desarrollando una comunicación por medio de signos y un primitivo lenguaje.

Eran diestros cazadores y su alimentación se basaba casi exclusivamente de carne cocida.

Adoradores de animales totémicos, los pintaban en las cuevas y abrigos y se abstenían de comer estos animales de adoración tribal.

Algunos grupos emigraron a las riberas fluviales de Francia asentándose en ellas.

El resto mantuvo su sede en las regiones del mar Caspio.

Desarrollaron doctrinas monoteístas y conceptos primarios del “mas Allá”.

Creían en los fantasmas y en los elementales de la naturaleza y consideraban los fenómenos naturales como manifestaciones de estos espíritus.

La observación de la naturaleza y sus manifestaciones dieron origen a la superstición y aparecieron los primeros sacrificios humanos para aplacar a las fuerzas.

Hace unos 900.000 años los descendientes de esta primitiva cultura fueron degenerando al unirse a las cepas inferiores de sus primos primates retrasados, penetrando en Europa y sus descendientes se propagaron por el continente entero (raza Heidelberg)

Durante este periodo de decadencia solo los pueblos de Foxhall en Inglaterra y Baldonan en la India continuaron aferrándose a las creencias de esta cultura primitiva.

En la India comenzó una guerra de exterminio contra las razas inferiores aniquilándolas o haciéndolas retroceder hacia el sur. Los descendientes de estas tribus son la aparente raza nueva de Neandertal.

Hace aproximadamente 500.000 años entre los descendientes de las tribus de Baldonan una familia empezó a producir una progenie singularmente inteligente, fueron los antepasados de las seis razas de color: azul, roja, amarilla, índiga, anaranjada y verde.

Su piel manifestaba una tendencia a volverse de colores distintos al exponerse a la luz del sol.

Al aparearse estos individuos con otros de la tribu la prole tendía a manifestar el color del progenitor con sus características raciales.

A lo largo de 100.000 años estas razas lucharon y se mezclaron entre sí hasta tal punto que la mayoría de las razas originales desaparecieron.

Hace 400.000 años, según estaba programado, llegaron unas personalidades con el objetivo de elevar el nivel biológico, cultural y espiritual de las razas.



Desde siglos la Humanidad ha considerado al hombre como alma-cuerpo o espíritu-mente-cuerpo.

El hombre, tú Sago-an, no eres alma y cuerpo, de la misma forma que el barquero no es su barca, aunque los dos formen un conjunto barquero-barca para lograr un fin que es atravesar el río.

Cuando la barca, al paso del tiempo, se deteriora, el barquero, deja esa barca y toma otra para seguir su camino.


TÚ ERES UN ESPÍRITU QUE UTILIZA UN CUERPO PARA EXPRESARSE.


Un cuerpo que en el mundo denso es la máquina más perfecta y más compleja, con una mente que es el punto de unión con el cosmos.


Pero así como el barquero deja su barca cuando no está en uso, del mismo modo el hombre cuando el cuerpo ha envejecido lo abandona para reanudar su largo peregrinar en otro tipo de cuerpo.


LA FUNCION DEL hombre ES HACERSE HOMBRE.

En la vida del ser humano hay siempre un punto de inflexión.

Un punto que marca el comienzo a una nueva forma de vida. Un escalón difícil de superar, pues representa una ruptura racional y consciente con las viejas estructuras y ataduras, en las que estábamos cómodamente asentados y con las que habíamos trabado una interesada amistad.


En realidad hay muchos puntos de inflexión, que son como escalones que superamos en un camino y que la mayoría de las veces no sabemos dónde nos lleva.


Desde que el ser humano fue consciente de su individualidad ha sido una constante el peregrinar por unos caminos que, sin conocerlos, nos alertaban de innumerables peligros.

Un camino de piedras que nos hacían y nos siguen haciendo tropezar y caer para levantarnos y volver a caer.

Estos puntos en la curva de nuestra vida han supuesto un cambio sustancial de pensar y actuar con respecto a la etapa anterior.

Aunque ha sido el origen de nuevas expectativas, han estado mediatizados por las circunstancias adversas o afines, por nuestra educación adquirida, por las costumbres transformadas en leyes, por las relaciones con la sociedad o por la religión.

Son etapas que hemos ido superando.

Son nuevos renacimientos de nuestro Ser interno.

Estos escalones, de subida y bajada forman una curva de dientes de sierra que, en la mayoría de las personas, su tendencia es alcista.

Pero este otro punto de inflexión es distinto a todos los demás.

No se sabe cuando puede producirse, solo se es, más o menos, consciente de él cuando se origina.

No es un estado alterado de conciencia, es un equilibrio en el centro de la esfera.

Es angustia y a la vez serenidad.

Es ser consciente de ser sin provocar.


Una ausencia del tiempo, pero una percepción del aquí y ahora.


Como un pelicano rosacruz, una muerte iniciática y un renacimiento de sus cenizas.


No pertenece a ninguno de los centros intelectual, emocional e instintivo, pero intervienen los tres.


Su origen es al nivel del Ser, actuando en el aquí y ahora, unificando al ser humano con el cosmos.


Ya no hay lugar para los propósitos, tantas veces creados y pocas realizados.


Es el instante de la elección.


Es la decisión del guerrero espiritual.

Has despertado y tienes que elegir, ya nada será igual.


DEBES EJERCITAR, SIN DEMORA, TU LIBRE ALBEDRÍO.


Si el miedo te paraliza y decides no entrar a formar parte de la aventura, estarás perdiendo la mejor oportunidad para tu realización.


La elección es un acto de voluntad consciente, la thelema de los antiguos y nuevos alquimistas.


La transformación del plomo de tus pensamientos, acciones y emociones en el oro de la sabiduría.


El camino no es fácil.


Los recovecos y tentaciones del sendero te harán dudar de tu avance.
Sufrirás tus crisis en solitario y en silencio.

Estarás muchas veces tentado de abandonar, de volver a tu sueño inconsciente, a tu esfera de cristal, a tu jaula mental, a tus condicionantes y a tu forma estructurada de pensar los otros por ti.

Pero sí, como guerrero,
caballero andante,
decides ponerte tu armadura de Luz,
y ceñirte la espada templada con el carácter de tu voluntad consciente,
montando en el caballo domado de tus pasiones, avanzarás,
sin prisa pero sin pausa, por los senderos del conocimiento.

Calmarás tu sed en las fuentes de la Sabiduría y saciarás el hambre con los frutos del Árbol de la Vida.


Sago-an, si has hecho tu elección, vive el presente, experiméntalo, porque el presente es consecuencia del pasado y el futuro se hace con el presente

Todo esto lo irás entendiendo cuando vayamos avanzando por el camino.

Para vivir en el presente tienes que auto observarte, conocerte a ti mismo, tus movimientos, tus sensaciones, tus pensamientos, tus aptitudes, tu actitud hacia lo que te rodea, tus acciones.

TIENES QUE SER TU MISMO

S: Pero, todo lo que me estás proponiendo es muy complejo. ¿Por donde debo comenzar?

P: Hay que comenzar por el principio.

Cuando quieres levantar un castillo no lo haces sobre los escombros del viejo. Hay que retirar los escombros y cuando esté el terreno limpio empezar a construir el nuevo.


Este castillo solo se levanta con trabajo y perseverancia. Utilizando tus alimentos correctamente nacerá en ti la consciencia.


S: ¿Cuales son esos alimentos de los que hablas?


P: De ellos tendrás conocimiento mañana cuando digieras la enseñanza de hoy.

LA PIEDRA DE SAGOAN - INTRODUCCION



LA PIEDRA DE SAGO-AN
La Piedra Filosofal

Ángel Gómez Sáez

La piedra de Sago-an
© Ángel Gómez Sáez
e-mail del autor: sagoan3712@yahoo.es
Reservados todos los derechos a favor del autor.

© Producción: LiberLIBRO.com
http://www.liberlibro.com/

© Ilustración de portada: liberLIBRO.com
I.S.B.N. 84- 95943-79-4
Dep. Legal AB-39-2006


Índice

Introducción
Capítulo primero- ¿Quién eres?
Capítulo Segundo- Las circunstancias
Capítulo Tercero- El trabajo interno
Capítulo Cuarto- Las impresiones
Capítulo Quinto- El inicio del camino
Capítulo Sexto- Las herramientas
Capítulo séptimo- La transformación



Imitando a mis Hermanos Mayores
de la Rosa y la Cruz que,
respetando mí libre albedrío,
han guiado mis pasos y
han ido haciendo crecer en mí
la Rosa del conocimiento.


A mi Rosa Maria, alma gemela que,
con su complemento,
me ayuda a subir,
de instante en instante,
la escalera de la autorrealización.


O a todos los que con sus acciones,
positivas y negativas,
han creado en mí la experiencia
para expresar lo que siento y lo que creo.

SAGO-AN


PARA LLEGAR A LA CIMA DE LA MONTAÑA

ME INDICARON MUCHOS CAMINOS,

PREGUNTÉ A MÍ SER CUAL ERA EL MÍO.

ELÍGELO, ME RESPONDIÓ, Y EJERCE TU LIBERTAD


INTRODUCCION

Otoño, frío y lluvioso, con el campo preparado para dormir el sueño del invierno, renaciendo de nuevo en primavera.

Los árboles cambian su cuerpo. Lanzan sus hojas muertas a la Madre Tierra, alimentando su energía.

Dormido en mi sueño tropecé con una piedra.

- ¡Ten cuidado!
Mira por donde caminas. Me has pisado.

- ¿Quién me habla?
¿Quién eres tú?

- Soy una piedra.

S - ¿Una piedra?
Las piedras no hablan.
Las piedras no tienen vida.

P - ¿Por qué sabes que las piedras no hablan?

¿Eres acaso piedra para saberlo?

¿Por qué sabes que las piedras no tienen vida?
¿Eres acaso piedra para sentirlo?


¿Crees que solo es real todo lo que puedes ver, oír y tocar?

¿Eres incapaz de aceptar otras realidades que no se acomoden a tu mundo de ensueños?


S - Me encuentro totalmente ridículo hablando con una piedra.
Desde niño me han enseñado que los minerales son costras muertas de la naturaleza, carentes de vida. Esto está científicamente demostrado.


P - Has dicho la palabra mágica para el hombre, cuando es incapaz de comprender otras formas de vida se agarra a su "científicamente demostrado".

A lo largo de los siglos vosotros, los hombres, habéis estado demostrando "científicamente" lo que en siglos posteriores ya no era válido "científicamente"

El hombre en evolución continúa parcelado. No ha sabido encontrar el nexo de unión entre la ciencia, la filosofía y el espíritu.

La ciencia, para el hombre, representa el logro sobre la naturaleza para conseguir el ocio.

El hombre primitivo no tenía tiempo para el ocio, su gran preocupación era la supervivencia individual, su instinto primordial era la perpetuación de la especie.

Su evolución está basada en el temor. El temor a los ciclos de la naturaleza, cambios climáticos, cataclismos, frío-calor, etc. pero sobre todos ellos predominaba el ciclo día-noche.

Para el protohombre el día y la noche representaban un misterio, no tenía una explicación racional, solo era consciente de sus efectos. Su mente primitiva asociaba la oscuridad con el peligro de su supervivencia, el riesgo en las noches aumentaba al estar menos protegido de sus depredadores naturales.

Aún en la época actual, después de 1.000.000 de años, los niños y algunos adultos temen a la oscuridad.

Lleváis dentro de vuestra psiquis los temores ancestrales.

El trabajo del hombre era sobrevivir.

A lo largo de miles de años de evolución el hombre primitivo fue aprendiendo, a través de penosas experiencias, que se encontraba más protegido de una forma colectiva que individual, dando origen a una primitiva organización del trabajo.

La invención de herramientas y su utilización especializada, en principio como armas para cazar y después como utensilios domésticos mejoraron la calidad de vida creando a su vez otras expectativas que contribuyeron a mejorar las herramientas ya existentes y creación de otras nuevas.

Este trabajo en común liberó algunos momentos de reposo que sirvieron para pensar en mejorar el mismo trabajo y por consiguiente conseguir más tiempo de ocio.

El instinto de perpetuación de la raza, el temor y la organización del trabajo, a grandes rasgos, son los caminos que el hombre primitivo tuvo que recorrer hasta conseguir su bien merecido tiempo de ocio.

A través del trabajo, su organización y experimentación tuvo su origen la ciencia. La obtención de mejores resultados y la invención de nuevos métodos para hacer el trabajo menos costoso originó el ocio, el tiempo de pensar, la evolución de una mente animal a una mente racional en busca de conocimiento y evaluación de resultados.

El siguiente paso fue la ideación, el análisis, la teorización, la imaginación y la filosofía-religión.

El hombre primitivo temía todo lo desconocido, le daba un sentido mágico y misterioso a los fenómenos naturales.

El sol, los vientos, la lluvia, el relámpago, fueron para él causas de temor y adoración.

Personificaron los fenómenos naturales de tal manera que llegaron a creer que cataclismos y desgracias eran debidos a enojos de esas deidades.

Aquí nació otra creencia que ha acompañado al hombre hasta nuestros días, la superstición.

La forma de aplacar la ira de las deidades era hacer sacrificios, incluso de seres humanos, para así congraciarse con ellos, como hasta los tiempos del pueblo de Israel en los que los sacrificios humanos eran frecuentes, rito que trato Moisés de erradicar.

Apareció la figura del intermediario entre el hombre y los dioses, eligiendo entre los hombres de la tribu a los encargados de dirigir los sacrificios creando la casta de brujos, hechiceros y sacerdotes.

Estos caminos vivificaron en el hombre para que la semilla del espíritu se ajustara en la conciencia.

La ciencia es cultural, la unión de la ciencia y la filosofía da lugar al conocimiento y de la unificación de las dos con el espíritu nace la sabiduría.

S - ¿Cual es tu nombre? ¿Quien eres tú?

P- Llámame simplemente piedra si quieres ponerme una etiqueta.

Soy el Conocimiento

La Piedra Filosofal de los alquimistas.

El Grial de los templarios.

La Rosa de los rosacruces.

La Cábala de los judíos.

La Cruz de los gnósticos.

La unión de todos los conocimientos que se desgajaron de la sabiduría única con la confusión de ideas de una Babel humana.


S - Piedra, quiero que me enseñes el Conocimiento, que seas mi Maestro, que me ayudes a recorrer este valle de lágrimas.


P - Yo te lo enseñaré, pero el Maestro aparece cuando el discípulo está preparado.

Te enseñaré a prepararte para que trabajes en ti mismo.

Para que aprendas con conocimiento y no con dolor.

Para poder dirigir tu propia vida y ser responsable de tu libertad.

Para que seas tu propio Maestro.

En síntesis te ayudaré a DESPERTAR.

25 de marzo de 2009

¿Algo sobre Inteligencia Emocional?


!Hola amigos¡


¿Algo sobre Inteligencia Emocional? pues ahí va un anticipo.

¿La inteligencia es la capacidad para resolver problemas?

Esto es en lo que nos han educado y enseñado.

! Pues no ¡


Permitidme que yo os diga que la inteligencia es la capacidad para ser feliz, independientemente de que los problemas se resuelvan o no.


Como me gustan los cuentos os voy a contar uno:


En un monasterio del Tibet había un discípulo que buscaba el conocimiento como vía para encontrar la felicidad.

Estaba tan angustiado y deprimido, porque despues de estudiar tanto y beber en las fuentes del conocimiento, no había encontrado la ansiada flicidad.


Recurrió a su maestro para que le diera las pautas para poder se feliz.


- Maestro, no soy feliz; busco en el estudio y la concentración la felicidad, pero no puedo encontrarla.


El maestro no le respondió. El discípulo fue con la misma pregunta día tras día y el maestro no contestaba. El silencio era su única respuesta.


Al cabo de tres meses el maestro se compadeció de él y le respondió:


- Hijo, ven conmigo hasta el pilón de agua.


El maestro y el discipulo fueron juntos hasta el pilón de agua. El maestro con un brusco movimiento y cogiendo al discípulo por la cabeza, se la introdujo en el pilón.El discípulo totalmente cogido por sorpresa, con la cabeza dentro del agua, se ahogaba, no podía respirar. Los minutos pasaban y se sentía morir, creía que estaba en sus últimos momentos.Entonces, el maestro le soltó la cabeza. El discípulo sacó la cabeza, medio ahogado y tosiendo, echando agua por la boca.


-¿Porqué maestro? -le increpó-


-¿Que querias más que nada en el mundo cuando estabas debajo del agua? - le dijo el maestro-


-!Respirar, maestro¡


El maestro cogiendole por los hombros le dijo:


-Cuando quieras tanto el Conocimiento como respirar como cuando estabas debajo del agua, la encontrarás.

Nuestra función en esta densa dimesión es trabajar nuestra parte interna para que la felicidad pueda fluir tan armoniosa y natural como la respiración


Hasta siempre Paz profunda.

Sago-an

7 de marzo de 2009

PENSAMIENTOS FRENTE AL ESPEJO


PENSAMIENTOS FRENTE AL ESPEJO


Ahora, mirándome al espejo, estoy empezando a darme cuenta que mi vida ha estado entretejida de tal forma que, aun siendo yo el protagonista que transitaba por el camino, otras fuerzas me han guiado, dirigido o aconsejado la dirección que tenía que tomar para llegar a ser lo que en el presente soy.

Posiblemente esas fuerzas no sean ajenas a mí, no provengan del exterior, sino que sea mi Mente Superior, mi Yo Interno, el que unas veces me ha susurrado y otras gritado que me estaba apartando de mi camino.

La vanidad mal entendida, que a veces he tomado por bandera, de que “me he hecho a mí mismo” para justificar a la sociedad que no le debo nada, deja paso a la humildad de reconocer que sin esas fuerzas no pasaría de ser un mero ignorante.

Algo me dice que cuando tengo que apoyarme en estas frases hechas, necesito bastón.


Si estoy en armonía con mi presente, si no siento culpabilidad por mi pasado y no tengo miedo de mi futuro, ¿para que quiero el bastón de que “nadie me ha regalado nada” No lo necesito.

Puedo sentir que ha habido muchas oportunidades que han pasado delante de mí y no he aprovechado y otras que he querido aprovechar y mejor hubiera sido dejarlas pasar. Pero esto le pasa a cualquier ser humano y soy un ser humano.

Haciendo una retrospección hasta mi infancia veo con más claridad que en todo el camino recorrido hasta hoy, la Vida ha estado poniendo constantemente a mi alcance regalos de trabajo, familiares y espirituales que no me he atrevido a recibir, condicionado por los miedos e inseguridades de mi personalidad. Pero a la vez este recuerdo me lleva a sentirme protegido y querido - a veces mimado- por ese Yo Superior que teniendo que aguantar mi ignorancia no me ha dejado en la cuneta y continúa llevándome de la mano.

Estas circunstancias me han dado enseñanza y si sigo pensando con la vieja energía es que he aprendido poco. Mi misión en esta nueva existencia no es ser un hombre perfecto, sino un perfecto hombre.


A veces, ya sea por reflejo de los demás o por la educación social recibida, tiendo a valorar como cualidades excepcionales haber tenido una infancia difícil o las operaciones y enfermedades más complicadas o el trabajo más responsable y agobiante.

Que contradicción si mis ocultos deseos son pasar por la vida con las mínimas complicaciones, con una salud de hierro y con un trabajo lo justo para que me proporcione, en tiempo y pecunio, el deleite de los placeres de la vida.

¿En realidad lo que busco es ser el protagonista de mis éxitos y la victima de mis fracasos?

¿Éxito porque he tenido que luchar con todos los demás, que pensaba que estaban equivocados y victima porque los demás se han convertido en los autores de mis fracasos?

He traspasado la responsabilidad de mi vida a los demás. ¡Es más cómodo!

En realidad he tenido una infancia sin grandes complicaciones, en una familia en la que los valores morales y espirituales me fueron traspasados con moderación. Sin problemas económicos. Es decir bien dentro de la normalidad.

Aparentemente no tengo ningún trauma por haber tenido una infancia no difícil, ni estoy frustrado por unos padres en el que su respeto mutuo me lo trasladaban a mí. Ni me siento avergonzado por haber sido un niño querido. Mi mujer es mi alma gemela, mi salud es buena y mi trabajo es normal y descansado. Estoy equilibrado, más o menos, el 80% de mi tiempo. ¡No alcanzo a ver lo que me estoy perdiendo!

Puede ser que esa aparente felicidad sea debida al convencimiento de que YO SOY YO MISMO.

Visto todo esto, le digo a mi espejo, que lo que es fácil para unos puede ser casi insalvable para otros y lo que para unos es causa de frustración, a otros les motiva.


Por tanto cada uno de nosotros nos traemos una alforja llena de circunstancias que no se han terminado de desarrollar y que es necesario que se desarrollen y transformen en esta este plano de existencia, además de crear otras nuevas que tendrán su desarrollo en esta u otras existencias.


Pero no implica una bondad o maldad de esas circunstancias, son impersonales, son vectores que tienen una intensidad, una dirección y un sentido, que hemos delimitado, para que su objetivo final sea impulsar nuestro crecimiento.

Cuando me duele una muela todo mi cuerpo y mente se ocupan de este dolor. Podría decirle a la muela que es su problema, que se aguantara o que era su destino. Pero ese dolor seguiría influyendo en “mi todo”. Ese “mi todo” se pondría en funcionamiento para eliminar el dolor, hasta que la muela esté integrada y equilibrada con el conjunto.

De la misma forma todo aquello, de los demás, que consideramos exterior a nosotros mismos, está a la vez integrado con nosotros y en todo. Hasta sentir y comprender que YO SOY TU MISMO.


Con mis mejores deseos de Paz Profunda:

Sagoan

6 de marzo de 2009

LA CASA DE LOS MIL ESPEJOS



LA CASA DE LOS MIL ESPEJOS


"Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada.

Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.
El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera.

Al terminar de subirlas se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentro en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían mil perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco.

Los mil perritos hicieron lo mismo.
Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos.

El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.

Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo:

-"¡Qué lugar tan agradable... voy a venir más veces a visitarlo!"


Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto.

A diferencia del primero, este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto se sintió amenazado, ya que lo estaban mirando de una manera agresiva.
Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vio como los mil perritos le gruñían a él.

Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también a él.

Cuando este perrito salió del cuarto pensó:

-"¡Qué lugar tan horrible es éste... nunca más volveré a entrar allí!".


En frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:

"Todos los rostros del mundo son espejos. Decide cuál rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás".

Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan, sólo se sienten con el corazón.

Sagoan

5 de marzo de 2009

TRES CAMINOS


Tres caminos.


Le pregunté al espejo cuales son los caminos para lograr la felicidad.

El espejo devolviéndome la mirada me respondió:


El sendero de la felicidad es tan amplio, que toda la humanidad cabría en él, si tan sólo supiera mantenerse en el presente.

El pasado, el presente y el futuro, se asemejan a tres caminos que flotan en el espacio.

- El sendero de la izquierda es el del futuro, el de los sueños y las fantasías, el de las angustias y de los temores; ese sendero arranca al hombre del presente y lo lleva vertiginosamente hacia el futuro, ahí el hombre no camina, es el sendero el que se mueve, pero tan sólo se mueve un espacio y después da vuelta sobre sí mismo, dejando caer a la persona nuevamente sobre el sendero quieto del presente.

El camino vuela, pero siempre regresa al mismo punto, dejando al ser humano con la sensación de no haberse movido ni un centímetro del lugar en que se encontraba.

- El sendero de la derecha es el del pasado. Es un sendero que se mueve igualmente, pero hacia atrás, arranca al hombre de su presente y lo lleva sumergiéndolo en tinieblas, presentándole imágenes fantasmagóricas, alguna agradables y otras llenas de crueldad y de dolor.

Ese camino igualmente se mueve, aunque más lento, y en donde las escenas se vuelven, o más dolorosas, o más agradables; parece como si el sendero se detuviera, permanece unos instantes quieto mientras las imágenes embelesan a la persona, y, repentinamente, el piso se desvanece, las imágenes desaparecen y la persona regresa estrepitosamente al sendero original del presente.
- El sendero de en medio es el presente. Es un sendero firme, quieto, no se mueve, es el ser humano el que camina sobre él, es el ser humano el que avanza.
Sólo el camino del centro es el presente, es el sendero que está quieto, es el único seguro, el único firme, y en él, el hombre puede caminar y sentir realmente que está avanzando.

Tenemos que hacer un esfuerzo para vivir en el presente y apartarnos de esas tendencias malsanas de vivir en realidades hipotéticas del pasado y del futuro.


Un fuerte abrazo: Sagoan

EL EGO


El ego es como un mono que,
saltando de árbol en árbol a través de la selva,
totalmente fascinado por el reino de los sentidos,
cambia de un deseo a otro y de un conflicto a un nuevo conflicto; de una idea centrada en si misma a la siguiente.
Si lo amenazas, realmente teme por su vida.
Deja partir a ese mono.
Deja partir los sentidos.
Deja partir los deseos.
Deja partir los conflictos.
Deja partir las ideas.
Deja partir la ficción de la vida y de la muerte.
Permanece simplemente en el centro, observando, después olvídate de que estás en él.
Paz Profunda: Sagoan

2 de marzo de 2009

DESIDERATA


Anónimo encontrado en la vieja iglesia de Saint Paul. - Baltimore.1693

DESIDERATA

- Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio.

- En cuanto te sea posible, vive en buenos términos con todas las personas, enuncia claramente tu verdad; escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; ellos también tienen su historia.

- Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el alma,

- Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.

- Disfruta de tus logros así como de tus planes.

- Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea; ella es un tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos, se cauto en tus negocios; pues el mundo está lleno de egoísmos,

- Pero no te cierres a la virtud que hay en ella; mucha gente se esfuerza por alcanzar nobles ideales; y en todas partes la vida está llena de heroísmo, se tú mismo.

- En especial, no finjas los afectos. Tampoco seas cínico en el amor; porque en medio de la aridez y los desengaños, el amor es perenne como la hierba.

- Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaires las cosas de juventud.

- Cultiva la fuerza del espíritu para que te proteja en la adversidad repentina. Pero no te angusties con fantasmas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.

-Junto con una sana disciplina, se benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que las plantas y las estrellas; y tienes derecho a existir, y aunque te resulte claro o no, el universo marcha como debiera.

- Por lo tanto, mantente en paz con Dios, cualquiera sea tu modo de concebirlo y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén la paz con tu alma en la bulliciosa confusión del planeta, que con todas sus farsas y sueños fallidos, sigue siendo hermoso.

-Ten cuidado. Esfuérzate por ser feliz.


Con mis mejores deseos de Paz Profunda.- Sagoan

Decía una alondra a un jilguero



Decía una alondra a un jilguero:

- ¿Qué será lo que existe más allá del bosque adonde nosotros hacemos nuestras vidas?

- ¿Qué habrá después del recorrido en vuelo más extenso, más allá de los últimos árboles?

Y el jilguero le respondió:

- Más allá está el reino de los hombres, los que comen vida y crecen destruyendo, los que no escuchan el latido del corazón de la vida armónica, los que esclavizan nuestro canto y ponen límite a lo que no les pertenece, los que andan sin ir, los que cuando cantan, no dicen nada y, cuando lloran, sólo lo hacen con los ojos, los que se sienten dueños de todo, simplemente porque no pueden poseer nada, ya que no son conscientes de su eternidad.

Los que han perdido su memoria y han olvidado cuál es su verdadera función para con todos nosotros.

Y la alondra se puso pensativa y triste y dijo:

- Pero esos hombres tendrán una etapa en que son aún pequeños y cercanos a nosotros y, en ese estado, nos entenderán, vibrarán con nosotros y vendrán a nuestro mundo.

Y el jilguero le respondió:

- Si, al menos, los dejaran volar con nosotros, si los dejaran venir a nuestro mundo, tal vez algún día cambiarían ellos a todos los demás; pero, desde pequeños, les hacen hostil la existencia y desde pequeños siembran en ellos la desconfianza y la incertidumbre.

Hacen de sus corazones cuevas oscuras, en vez de cumbres soleadas.

Hacen de sus vidas caminos vacíos en vez de serpenteantes veredas donde el perfume de las flores y la belleza de los árboles insten a la creatividad y a la realización interna.

El lenguaje de la vida - Cayetano Arroyo


Un fuerte abrazo: Sagoan