25 de mayo de 2010

OPINIONES SOBRE LAS RELACIONES DE PAREJA



¡Hola amigos y compañeros en el camino de la Vida!




El otro día estuvimos hablando unos amigos sobre las relaciones de pareja. Es un tema complejo porque, con solo dar una mirada alrededor de nuestras vidas, vemos que lo difícil es que estas relaciones lleguen a buen término.



¿Qué hacemos mal para que nuestras relaciones vayan peor? ¿Es una sucesión de pruebas constantes en los que la mayoría no aprobamos? ¿Qué es lo que esperamos de nuestra relación?




No lo sé, pero algo que nos han enseñado no es correcto. Después de unos miles de años seguimos fracasando en nuestras relaciones. Hay algo que nos han vendido en el mercado social que no es de fiar, y mira que me esfuerzo por tener una mente positiva.




¡A ver¡ Como diría una gran amiga mía. A lo mejor no tenemos que aprender nada de las relaciones, a lo mejor es solo que pongamos en práctica, con naturalidad, lo que ya sabemos. A lo mejor estamos utilizando las relaciones para un fin que no es en si mismo el suyo y queremos que sea el que nosotros hemos etiquetado.


No es fácil correr deprisa cuando se es cojo.



Las relaciones es lo que nos hace ser a nosotros mismos. Sin relaciones no tenemos espejo en que mirarnos. No tenemos potencial de realización.


Las relaciones nos invitan a crear (o a destruir) a expresar las facetas de nosotros mismos. En verdad es las que nos ayudan a construir lo que somos en realidad.



¿Mi relación ha fracasado?


No, las relaciones no fracasan. Cumplen su función.


En realidad no se desarrollan como tú esperabas.


¿Y, que esperabas de una relación?


Es posible que se hayan iniciado por una razón equivocada.




La gran mayoría de nosotros pone la expectativa de la relación en lo que puede sacar de ella. No en la parte de nosotros mismos que queremos descubrir, sino el la parte del otro que queremos conservar.



Tenemos tendencia a pensar que estábamos perdidos hasta que esa persona entró en nuestra vida. Resulta romántico, pero eso no es cierto. Estamos sometiendo a la otra persona a expresar un rol que no es el suyo, es el que nosotros queremos que sea. Cuando después de esfuerzos por estar en ese rol que le hemos fabricado, la persona se cansa de no ser ella misma y empieza a actuar más de acuerdo con su personalidad, vamos nosotros y llegamos a la inteligente conclusión de que “ha cambiado”.




No es que haya cambiado es que se ha cansado de hacer un papel, que aunque a nosotros nos gustara, no era el suyo.



Una relación pletórica de energía sexual, a corazón abierto y con toda la fantasía de la mejor película romántica, se ha ido al cuerno… se necesitan verdaderas dosis de humor para vernos como somos en realidad.



La prueba del algodón es saber hasta que punto el otro se ajuntaba a nuestras ideas y nosotros nos ajustábamos a las suyas. Fracasa porque buscamos que uno complete al otro, cuando en realidad los dos están completos. Nos pre-ocupamos del otro, cuando deberíamos ocuparnos de nosotros con respecto del otro.




No nos basta con compartir los dos la plenitud de cada uno.



Muchos tratamos de amarnos a nosotros mismos a través de amar a otros. Esa si que es una actitud egoísta y despiadada. Es una enfermedad, si nos quieren exigimos, aunque sea a nivel inconsciente, que nos quieran más. Si pensamos que no nos quieren lo suficiente nos consideramos traicionados. Siempre tiene la culpa el otro.



¿Te exigen que demuestres tu amor? Como, pidiéndote que cambies. Es la mejor manera que tienen las parejas para que en vez de compartir una relación, inicien el camino de la separación.



Trata de amarte a ti mismo y comparte ese amor con tu pareja. Respétala y ayuda a que sea más ella misma. La pérdida de ser uno mismo es el camino más seguro para la ruptura.


Nos unimos para compartir nuestra vida, no para que el otro nos complemente lo que nos falta.


La sociedad con energías viejas nos enseña a ver a los otros como más santos que a nosotros mismos. Esto funciona bien durante un tiempo luego los crucificamos.




¡Hazme un favor y háztelo a ti! Quiérete a ti mismo y comparte tu amor conmigo.



Con mis mejores deseos de Paz Profunda


Sagoan