¡Hola amigos y compañeros en el camino de la Vida!
Estoy leyendo un libro muy antiguo que habla de nuestra
responsabilidad al 100 por cien en el mundo que hemos creado. Cuando somos
capaces de ver los errores a nuestro alrededor, los juzgamos como algo ajeno a
nosotros, como deficiencias de los demás. Estamos acentuando nuestra
separación, nos comprimimos.
Todo lo que nosotros “sentimos” tiene que ver con nosotros,
de alguna forma creamos el cauce para que percibamos su existencia. Estamos en
un mundo lento y denso, cuando centramos nuestra atención en algo es que ya se
ha producido en la energía-pensamiento. Por ejemplo si sentimos que nuestra
casa la vamos a vender, es que ya está la energía-pensamiento de venta
realizada, nos falta saber cuando se va a vender y en cuanto dinero vamos a
aceptar la oferta.
Me pueden condenar a la hoguera si digo que es una perdida
de tiempo el visualizar positivamente el desenlace, pero lo digo, porque a
veces lo que yo quiero para mi no es exactamente lo que me conviene. Dale los
poderes a tu Ser Interno para que actúe por ti, no te equivocarás.
Por tanto todo lo que percibimos a nuestro alrededor, sea
agradable o desagradable tiene muy mucho que ver con nosotros, es el trazado de
nuestra existencia. Está grabado en nuestras memorias de repetición.
Cuando percibimos sensaciones de miedo o angustia estamos
más predispuestos a confiar y realizar acciones del mundo físico, como separado
de nosotros, con lo cual acentuamos
nuestra separación de la
Fuente.
Empezamos a creer que nuestra seguridad está en la
información que nos llega del exterior. La mayoría de las veces construimos
nuestro mundo irreal y nos deprimimos cuando los acontecimientos no dan la
razón a nuestra idealizada vida. La matemática emocional nos recuerda que nos
hemos vuelto a equivocar.
Cuando sentimos la separación y el vacío interior nos
impulsa a buscar en el exterior lo que solo podemos encontrar en nuestro
interior, nos volvemos dependientes de los demás, del amor, del orgullo, del
reconocimiento, etc. En vez de enriquecer y disfrutar de nuestra existencia en
este plano, estas cosas se convierten en necesidades que intentan rellenar
nuestro vacío.
Comenzamos a ver en los demás competidores en vez de
compañeros en el camino. Pensamos que tenemos que protegernos de situaciones y
personas que nos puedan hacer mal o hablar mal de nosotros, nos comprimimos más
hasta que nuestra energía de miedos, angustias y desengaños explota.
Explotan nuestras emociones de una forma exagerada,
frecuentemente negativa y la mayoría de las veces inadecuada.
Compañeros en el camino de la Vida , nuestra función en esta
parte densa es SER FELICES y tenemos la obligación de serlo, por nosotros y por
todo los que nos rodea.
Dejemos fluir la energía de nuestra parte derecha del
cerebro. No la atasquemos con creencias, imposiciones y modas.
El fondo del lago se ve cuando el agua está en calma. Entremos
en nosotros, dialoguemos con nosotros y cuando estemos serenos, esperad la
respuesta en forma de pensamiento, y si todavía no ha llegado: SEGUID
ESPERANDO.
Con mis mejores deseos de Paz Profunda:
Sagoán