El árbol tiene la copa y las ramas, el tronco y las raices; el hombre también.
Cuando la tormenta aparece, el árbol ondea por la copa y las ramas, parece como si fueran a romperse, como si todo él fuera a desgajarse; pero a la copa y las ramas le sujeta el tronco.
Todo ello es lo que se ve, pero...verdaderamente lo que sujeta a todo el árbol son sus raices, que estan ocultas a la vista y que cuanto más profundas y enraizadas más sustentan al conjunto.
La emoción en el hombre es como la tormenta. E-motore es la raíz, significa el movimiento.
La emoción hace que tu cabeza y tu corazón se aceleren junto con tu respiración. Todo parece que va a explotar. Al igual que la copa del árbol y el tronco parece que pueden quebrarse. El centro de energía de la cabeza y del corazón son los dos tantien por donde circula la energía, el chi, el tantien superior y el tantien medio.
Al igual que el árbol, el hombre tiene sus raices, donde está el centro emocional-instintivo, desde donde sustenta su árbol de la tormenta emocional, se llama tantien inferior y está situado a cuatro dedos por debajo del ombligo. Desde él, con ayuda de tu respiración, puedes controlar tu tormenta emocional. Pon tus manos en ese punto, respira lentamente por la nariz pasando a tu corazón y tu cabeza; retén durante unos segundos la respiración en tu cabeza y expulsa tu aliento lentamente por la boca tu abdomen notando como se contrae. Vuelve a hacer el proceso varias veces hasta que la tormenta pase. Sé el director de tu mente y recuerda que, en el mar, la tormenta se asocia con quién sabe navegar.
Con mis mejores deseos de Paz Profunda.
