¡Hola amigos y compañeros en el camino de la Vida !
Los pensamientos
negativos son como nubes tóxicas que se meten en nuestra mente y anidan en nuestro hemisferio izquierdo del
cerebro sin nuestro permiso.
Algo así como observadores del terreno que furtivamente
prueban nuestra capacidad para resistir. Si nuestra energía es fuerte, pasaran,
no nos molestaran y seguirán su camino en busca de otros cerebros más propicios
para desarrollarse.
Es la Ley
universal: el universo es económico. Si no se entiende de matemáticas y de
economía, no se puede entender como funciona el universo.
Pero si nuestra mente es débil, anidaran en ella. Se
desarrollaran, formaran colonias de pensamientos negativos, harán surgir
nuestras emociones y por último se identificaran con nosotros y nos harán creer
que somos nosotros mismos los que pensamos.
Es el mundo de Maya, de la ilusión.
Cuando se han apropiado de nosotros, llamaran más energías
negativas y la bola de nieve se convertirá en montaña.
El gran problema de todo esto es que nos alimentamos de
nuestros propios pensamientos tóxicos. Y como son tóxicos no nos dejan ver la
verdadera realidad y empezamos a pensar incorrectamente.
Los resultados de nuestra vida no son los esperados y
sufrimos. Volvemos a pensar y decidir, pero nos seguimos realimentando con
nuestros pensamientos, que siguen siendo tóxicos y… seguimos fracasando y sufriendo.
Empezamos a mirarnos en el espejo de los demás y a
alegrarnos de los sufrimientos del resto y nos entristece que los demás estén
alegres. Ya hemos caído en la RED TOXICA.
Y empezamos a dar consejos a los demás de lo que deberían
hacer y no hacer con sus vidas. Somos los misioneros de la Ilusión.
Muchas veces me han dicho:
Ya, todo esto está muy bien, pero… ¿donde está la una solución?
¡Vamos, como si yo fuera una Farmacia! O, como si yo tuviera
que dar soluciones…
El ácido acetilsalicilico sirve para quitar el dolor de
cabeza, pero no hace pensar correctamente.
Yo creo que el comienzo pasa por ir nuestro gimnasio mental
para no dejar pasar más pensamientos tóxicos. Pero sin luchar con ellos,
simplemente observándolos y dejarlos pasar.
Creerse lo que está pasando y aceptar que te estás
equivocando… y que no pasa nada.
Olvidar teorías, educación, religión y lo que te cuentan los
amigos y los no tan amigos y
PENSAR POR TI MISMO.
¡Trabaja y ya me contarás!
Con mis mejores deseos de Paz Profunda para 2013
Sago-an