Como nuestra antigüa educación premiaba el sacrificio y, hasta una persona se la miraba mal si disfrutaba de la vida, nos ha hecho suponer que era meritorio el sacrificarse, en especial por un hijo.
Pues que quieren que les diga, compañeros en el camino de la Vida, se puede uno sacrificar por unas vacaciones, por comprar unos pantalones o un helado, pero...por un hijo???
El término sacrificio, muy religioso él está devaluado.
Si no puedes tener algo, no te sacrificas por no tenerlo, simplemente no lo tienes porque no puedes.
A un hijo se le quiere en vez de sacrificarse por él.
Todo lo que hagas por tus hijos, sea poco o mucho, dependiendo de sus necesidades y de las tuyas, no puede representar un sacrificio, sino más bien un regalo que la vida pone en tus manos.
Así que deja de sacrificarte por tus hijos y...quierelos más y mejor...
Ellos te lo recordaran.
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