Había tres ranitas en un charco. Cuando vino la sequía, todo el agua se evaporó del charco qiedando un enorme agujero.
Las tres ranitas ensimismadas en sus juegos no se dieron cuenta que se habían quedado atrapadas en el fondo del agujero.
Empezó una a saltar para intentar salir de ese atraparanas, las dos, por imitación, empezaron también a saltar.
Todo el pueblo de ranas estaba en el borde animándolas y...ellas saltando y saltando, intentando llegar al borde.
El pueblo ranero se empezó a dar cuenta de que no tenían posibilidades de salir, por lo que crearon una comisión de expertos para que decidieran que deberían de hacer.
La comisión de expertos decidío que no merecía la pena salvarlas, porque, debido al riesgo, podrían perderse muchas vinas raniles.
Así se lo hicieron saber a las tres ranitas. Desconsoladas dejaron de saltar y se prepararon a que llegara su hora.
Todas no...excepto una que siguió saltando, cada vez con más ahinco.
- Pero...que estas haciendo?? no ves que no hay posibilidad, estás perdiendo fuerzas sin ton ni son. Esta rana está loca!!
Pasado el tiempo el pueblo ranil se retiró a sus quehaceres. Las dos ranitas murieron de tristeza y de miedo. Y la tercera seguía saltando.
Empezó a llover y se fue llenando el charco. La ranita de un salto se colocó en el borde y se salvó.
Alguna ventaja tendría que tener el ser... Sorda!!!
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