¡Hola amigos y compañeros en el camino de la Vida!
He recibido algún correo que otro con comentarios referente al último articulo “OPINIONES SOBRE LAS RELACIONES DE PAREJA”
Con sinceridad, no me ha sorprendido. Todos los temas de relaciones con los demás son complicados y levantan ciertas sensibilidades en nuestro sistema emocional, que tienen mucho que ver con nuestras creencias, expectativas, complejos, frustraciones y métodos de defensa que nuestro sistema ha creado para almacenar ese tipo de información, en archivos mentales en los son difíciles al acceso consciente, pero evitan el dolor a corto plazo.
Para profundizar en la filosofía del artículo, no tengo más remedio que ser pesado y correr el riesgo que dejéis de leerlo antes de acabarlo.
El potencial de autorrealización de un individuo, solo e individualmente, con fastidio de nuestro ego vanidoso, es mínimo.
Solo el hombre cuando es consciente de que es una parte del Todo y el Todo está en él y lo compenetra, será capaz de autorrealizarse.
Es muy hermoso pensar que todos tenemos potencia derecho a la realización. Es muy democrático. También todos tenemos derecho y potencial para conocer el mar, pero el cosmos nos dice que si queremos realizar ese potencial, tenemos que comenzar a caminar para llegar a la playa.
Kilgore Trout escribió una pequeña historia que trata de dos trozos de levadura que establecen un dialogo sobre el propósito de la vida, mientras comían enormes cantidades de azúcar y morían enterrados en sus propios excrementos. Nunca llegaron a adivinar que estaban produciendo champán.
Cuando nosotros pensamos ¿Quién piensa? ¿Piensan nuestras células individuales? ¿Posee una neurona conciencia? Unos piensan que si y otros que no.
¿Por qué tendemos a pensar que pensamos separados del resto del cosmos?
Hace cincuenta años no se había desarrollado en profundidad la teoría del caos ni la física quántica, por lo menos a nivel de divulgación.
Para construir una memoria total a partir de informaciones parciales, es necesario un sistema no lineal, un sistema que a través del caos empiece a tomar forma de si mismo. Es decir que tenga la función espontánea de autoorganizarse.
Un ejemplo, nos describe Judith Hooper, en el Universo del Cerebro, lo tenemos en el limo verde que crece en la superficie del agua estancada.
La creación tiene dos fases diferenciadas. En la primera hay una ameba unicelular que da vueltas conduciendo su propia vida. Pero cuando se ve privada de bacterias para su alimentación, lleva a cabo una transformación de fase y empieza a enviar mensajes químicos para alertar a las demás amebas y empiezan a reunirse en colonias de miles de células.
Las colonias en origen homogéneas llevan a cabo una transformación interna y constituyen un individuo diferenciado. La parte frontal se convierte en una cabeza y la posterior en una cola. Estas explosionan saliendo pequeñas amebas que completan el ciclo vital.
¡Que hermosa lección de unidad nos da el Cosmos!
Hay un poder oculto de autoorganización que transforma una colección perdida de criaturas unicelulares en un único animal multicelular.
Los pedazos de levadura no son conscientes de que están fabricando champán, pero las ecuaciones no lineales y las leyes paradójicas del caos, nos muestran que la conducta de un millón de amebas, un millón de átomos, un millón de neuronas o un millón de personas, puede ser totalmente diferente de la conducta de una de ellas individualmente.
Por eso el Todo es más que la suma de las Partes.
Por mucho que estudie una persona nunca descubrirá la dinámica del Todo.
Solo empieza a operar la propiedad de autoorganización cuando se unen docenas de millares de personas respirando al unísono, incluso aunque los seres individuales no se lo propongan de forma consciente.
Las amebas individuales se reorganizan cuando empiezan a pulsar al mismo ritmo.
Los amantes que duermen juntos respiran al unísono.
Con mis mejores deseos de Paz.
Sagoan
