9 de marzo de 2013

Mi sanación en el camino IV



MI SANACIÓN EN EL CAMINO IV

¡Hola compañeros en el camino!

Cerramos el capítulo anterior con las dos cualidades de la enfermedad, según la concepción de la medicina tradicional china, siempre con la filosofía del equilibrio entre el Yin y el Yang:

La enfermedad Yang, caliente y superficial, por exceso de energía chi y la enfermedad Yin, fría y profunda, por defecto de energía.

Todos enfermamos porque nuestro cuerpo en sí, con sus acciones (mala alimentación, respiración inadecuada, adicciones…etc) o con nuestro mundo psíquico (pensamientos negativos, falta de autoestima, depresiones…etc) hace que nuestra energía vital se desequilibre y tenga su expresión en el cuerpo en forma de enfermedades.

Para muchos resultará una idea un tanto absurda, pero ahora que nos no oye nadie os comentaré en voz muy baja que es muy saludable hablar con nuestro cuerpo, preguntarle que es lo que le sucede, que podéis hacer para equilibrar su energía.
Probadlo, ya veréis como funciona.

A menudo, siendo optimista, tendemos a considerar nuestro cuerpo como nosotros mismos. La realidad es que nosotros no somos nuestro cuerpo, sino que es la máquina perfecta que utilizamos para expresarnos en esta parte densa. Nosotros somos el barquero, el cuerpo es la barca. Es conveniente para nuestro periodo de experiencias aquí, tener la barca en las mejores condiciones para así disfrutar mejor del camino.

Si tenemos una comunicación y relación directa con nuestro cuerpo, este primero nos susurrará cuales son sus necesidades. Si no tenemos oídos para él, nos hablará. Si a pesar de todo hacemos como que no escuchamos, nos gritará, Y si finalmente lo despreciamos, se enfermará.

Lo que no se aprende con conocimiento se aprende con dolor.

De poco vale que hagamos dietas, que nos arreglemos el pecho o la nariz, que hagamos yoga una vez a la semana o que nos hagamos el propósito todos los días al levantarnos de tener un pensamiento positivo. Todo esto está muy bien pero, si no transformamos nuestro conocimiento de las cosas en sabiduría, será como el que almacena cosas en su casa sin poder disfrutar de ellas, al final su vida será un caos.

Intentemos dialogar con nuestro cuerpo, en calma y en silencio. Solo se ve el fondo del río cuando este está en calma.

Según la medicina china hay cuatro factores más uno más importantes, que son los responsables externos de que el cuerpo se desequilibre. Son:

HUMEDAD………………………….SEQUEDAD
FRIO………………………………….CALOR    
VIENTO

Estos conceptos, como toda la filosofía oriental, no se pueden tomar al pie de la letra, su significado es mucho más amplio.
Se tiende siempre a buscar el estado de  equilibrio, el punto medio.
En las causas externas, los climas extremos perjudican el cuerpo.

Tanto la humedad extrema como la sequedad, nos perjudica, tanto el frío extremo como el calor,  notamos sus efectos desestabilizadores, no solo en nuestro cuerpo sino también,  interfiere en nuestros pensamientos y raciocinio.

El que peor prensa tiene es el Viento. En periodos ventosos como la primavera,  estadísticamente aumenta el número de infartos cerebrales. Actúa sobre todo en nuestro sistema nervioso, provocando a veces estados de angustia y depresión sin una causa aparente.

Hay otras muchas causas externas como los microorganismos que, han estado siempre con nosotros y son más antiguos, son repelidos por nuestro sistema inmunitario. La contaminación del medio ambiente y demás agresiones que vienen del exterior hacen mella en nuestro sistema.

Como causas internas, que actúan también en nosotros y que nos hacen difícil mantener la estabilidad, son la fantasía, el miedo, la tristeza, la ira, la envidia, las ansias desenfrenadas de poseer… etc.

Todas estas “agresiones” a nuestra salud no suponen problemas irreversibles para nuestro organismo, que tiene capacidad y experiencia para contrarrestar y equilibrar todo este campo de energías, pero… siempre que se le de tiempo a reponerse.

La salud es algo unitario, no hablamos de “saludes”, es un conjunto armónico de fuerzas y energías: LA SALUD; pero si hablamos de enfermedad o enfermedades, que son aquellas fuerzas y energías que hacen que nuestro campo se desequilibre. No forman un todo sino que tenemos que ir reconociéndolas según los síntomas e ir aplicando los métodos de curación adecuados para su erradicación o atemperamiento.

El problema es del hombre actual es que su evolución física no ha ido a la par con su evolución intelectual y cultural, por lo que nuestro subconsciente al leer el código de barras de un problema exterior o interior, prepara todo su armamento pesado y nos mata moscas a cañonazos; eso si, con toda su buena intención, pero… nos provoca estrés.

Como consecuencia, cuando nos debilitamos, es decir cuando están bajas nuestras defensas, no nos queda tiempo suficiente de reponernos y la agresión nos causa estragos. Si además “ayudamos” con productos químicos que eliminan el síntoma y no la enfermedad, pues estamos preparando un buen cóctel explosivo.

Todo esto es muy importante, porque nosotros mismos volvemos loco a nuestro subconsciente, tan lógico el.
Por ejemplo si nos duele la cabeza y tomamos una aspirina y se nos quita el dolor de cabeza, el interpreta que el cuerpo necesita aspirina, cosa que no es real, porque lo que necesita el cuerpo es que sepamos de donde viene el dolor de cabeza, puede que sea de una mala digestión y vamos nosotros y le damos aspirina.

Es algo así como cuando éramos recién nacidos y cada vez que llorábamos, todos los que estaban alrededor interpretaban que teníamos hambre y nos daban de comer, y resulta que era porque nos escocia la piel. Por eso ahora cuando algo nos crea angustia nos vamos al frigorífico, al alcohol  o al cigarrillo.

Por favor… expliquemos a nuestro cuerpo todo esto para que lea bien el código de barras.

Hasta pronto
Sagoan          

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