2 de enero de 2011

LA MAQUINA HUMANA


¡Hola amigos y compañeros en el camino de la Vida!

En estos tiempos tan complejos y tan extraños por los que estamos atravesando y que parece que nuestros relojes biológicos van hacia atrás, he seleccionado un escrito de Oupenski, de mil ochocientos y pico, en el que expone los pensamientos de Gurdjieff, el gran pensador ruso del siglo diecinueve. Lo transcribo literalmente:

¿Podemos decir, por ejemplo que la vida está gobernada por un grupo de hombres conscientes? ¿Dónde están? ¿Quienes son? Vemos exactamente lo contrario. La vida está en poder de los más inconscientes y de los más dormidos.
¿Podemos decir que observamos en la vida una preponderancia de los mejores, más fuertes y más valientes elementos humanos? De ningún modo. Por el contrario, vemos reinar en todas partes la vulgaridad y la estupidez en todas sus formas.
¿Podemos decir, en fin, que vemos en la vida aspiraciones hacia la unidad, hacia la unificación? Ciertamente que no. No vemos sino nuevas divisiones, nuevas hostilidades, nuevos malentendidos.
De manera que nada denota una evolución en la situación actual de la humanidad. Por el contrario si comparamos a la humanidad con el hombre, vemos claramente el crecimiento de la personalidad a expensas de la esencia; es decir el crecimiento de lo artificial, de lo irreal, de lo que no es nuestro, a expensas de lo natural, de lo real, de lo que es nuestro.
Al mismo tiempo constatamos un crecimiento del automatismo.
La sociedad contemporánea quiere autómatas. Ciertamente la gente está en camino de perder sus costumbres de independencia, se convierten cada vez más en robots, no son sino engranajes de sus máquinas. Es imposible decir como terminará todo esto ni como salir de ello, ni incluso si puede haber un fin y una salida.
Una cosa es segura, y es que la esclavitud del hombre no hace sino aumentar. El hombre se transforma en un esclavo voluntario. Ya no tiene necesidad de cadenas: comienza a amar su esclavitud y a sentirse orgulloso de ella. Nada más terrible le podría ocurrir.


Las guerras, la violencia, el engaño, la explotación del más débil, los fanatismos y los estados lavacerebros no hacen que veamos el futuro con optimismo, pero también la lucha callada de los hombres despiertos puede hacer más que la limosna en la mano del pobre para acallar nuestra conciencia.


Con mis mejores deseos de Paz Profunda para el 2011.
Sagoan
    

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