1 de julio de 2011

LA FUNCION DEL hombre ES HACERSE HOMBRE



Hola compañeros y viajeros en el camino de esta Vida, LA FUNCION DEL hombre ES HACERSEHOMBRE.

    En la vida del ser humano hay siempre un punto de inflexión.
Un punto que marca el comienzo a una nueva forma de vida.
    Un escalón difícil de superar, pues representa una ruptura racional y consciente con las viejas estructuras y ataduras, en las que estábamos cómodamente asentados y con las  que habíamos trabado una interesada amistad.
   En realidad hay muchos puntos de inflexión, que son como escalones que superamos en un camino y que la mayoría de las veces no sabemos donde nos lleva.
   Desde que el ser humano fue consciente de su individualidad ha sido un constante peregrinar por unos caminos que, sin conocerlos, nos alertaban de innumerables peligros.
    Un camino de piedras que nos hacían y nos siguen haciendo tropezar y caer para levantarnos y volver a caer.  
   Estos puntos en la curva de nuestra vida han supuesto un cambio sustancial de pensar y actuar con respecto a la etapa anterior. Aunque han sido el origen de nuevas expectativas,  han estado mediatizados por las circunstancias adversas o afines, por nuestra educación adquirida, por las costumbres transformadas en leyes, por las relaciones con la sociedad o por la religión.
   Son etapas que hemos ido superando.
   Son nuevos renacimientos de nuestro ser interno. 
   Estos escalones, de subida y bajada forman una curva de dientes de sierra que, en la mayoría de las personas, su tendencia es alcista.
   Pero este otro punto de inflexión es distinto a todos los demás.
   No se sabe cuando puede producirse, solo se es, más o menos, consciente de él cuando se origina.
   No es un estado alterado de conciencia, es un equilibrio en el centro de la esfera.
   Es angustia y a la vez serenidad.
   Es ser consciente de ser sin provocar.
   Una ausencia del tiempo, pero una percepción del aquí y ahora.
   Como un pelicano   rosacruz, una muerte iniciática y un renacimiento de sus cenizas.       
   No pertenece a ninguno de los centros intelectual, emocional e instintivo, pero intervienen los tres.
   Su origen es al nivel del ser, actuando en el aquí y ahora, unificando al ser humano con el cosmos.
   Ya no hay lugar para los propósitos, tantas veces utilizados y pocas realizados.
   Es el instante de la elección.
   Es la decisión del guerrero espiritual.
   Has despertado y tienes que elegir, ya nada será igual.
   Debes ejercitar tu libre albedrío. 
   Si el miedo te paraliza y decides no entrar a formar parte de la aventura, estarás perdiendo la mejor oportunidad para tu realización.
   La elección es un acto de voluntad consciente, la thelema de los antiguos y nuevos alquimistas.
   La transformación del plomo de tus pensamientos, acciones y emociones en el oro de la sabiduría.
   El camino no es fácil.
   Los recovecos y tentaciones del sendero te harán dudar de tu avance.
   Sufrirás tus crisis en solitario y en silencio.
   Estarás muchas veces tentado de abandonar, de volver a tu sueño inconsciente, a tu esfera de cristal, a tu jaula mental, a tus condicionantes y a tu forma estructurada de pensar los otros por ti.

Pero si, como guerrero,
caballero andante,
decides ponerte la armadura de tu personalidad,
ceñirte la espada templada con el carácter de la voluntad,
montando en el caballo domado de tus pasiones,
avanzarás,
sin prisa pero sin pausa, por los senderos del conocimiento.
Calmarás tu sed en las fuentes de la Sabiduría y saciarás el hambre con los frutos del Árbol de la Vida.

(Del libro "La Piedra de Sagoan" de Sagoan)

Con mis mejores deseos de Paz Profunda
Sagoan

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