30 de diciembre de 2012

Red tóxica mundial




¡Hola amigos y compañeros en el camino de la Vida!

 Los pensamientos negativos son como nubes tóxicas que se meten en nuestra mente y  anidan en nuestro hemisferio izquierdo del cerebro sin nuestro permiso.
Algo así como observadores del terreno que furtivamente prueban nuestra capacidad para resistir. Si nuestra energía es fuerte, pasaran, no nos molestaran y seguirán su camino en busca de otros cerebros más propicios para desarrollarse.
Es la Ley universal: el universo es económico. Si no se entiende de matemáticas y de economía, no se puede entender como funciona el universo.
Pero si nuestra mente es débil, anidaran en ella. Se desarrollaran, formaran colonias de pensamientos negativos, harán surgir nuestras emociones y por último se identificaran con nosotros y nos harán creer que somos nosotros mismos los que pensamos.
Es el mundo de Maya, de la ilusión.
Cuando se han apropiado de nosotros, llamaran más energías negativas y la bola de nieve se convertirá en montaña.
El gran problema de todo esto es que nos alimentamos de nuestros propios pensamientos tóxicos. Y como son tóxicos no nos dejan ver la verdadera realidad y empezamos a pensar incorrectamente.
Los resultados de nuestra vida no son los esperados y sufrimos. Volvemos a pensar y decidir, pero nos seguimos realimentando con nuestros pensamientos, que siguen siendo tóxicos y… seguimos fracasando y sufriendo.
Empezamos a mirarnos en el espejo de los demás y a alegrarnos de los sufrimientos del resto y nos entristece que los demás estén alegres. Ya hemos caído en la RED TOXICA.
Y empezamos a dar consejos a los demás de lo que deberían hacer y no hacer con sus vidas. Somos los misioneros de la Ilusión.
Muchas veces me han dicho:
Ya, todo esto está muy bien, pero… ¿donde está la una solución?
¡Vamos, como si yo fuera una Farmacia! O, como si yo tuviera que dar soluciones…
El ácido acetilsalicilico sirve para quitar el dolor de cabeza, pero no hace pensar correctamente.
Yo creo que el comienzo pasa por ir nuestro gimnasio mental para no dejar pasar más pensamientos tóxicos. Pero sin luchar con ellos, simplemente observándolos y dejarlos pasar.
Creerse lo que está pasando y aceptar que te estás equivocando… y que no pasa nada.
Olvidar teorías, educación, religión y lo que te cuentan los amigos y los no tan amigos y
PENSAR POR TI MISMO.
¡Trabaja y ya me contarás!    
Con mis mejores deseos de Paz Profunda para 2013
 Sago-an  

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