18 de marzo de 2013

MI SANACIÓN EN EL CAMINO VI...




MI SANACIÓN EN EL CAMINO VI
  
Una vez vistas las cualidades Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua, dijimos que se corresponden con determinados tipos de carácter físico y psíquico; aunque todos tenemos de todas las cualidades, siempre alguna o algunas son las dominantes.

Nuestra máquina llamada cuerpo es un receptor-transmisor prodigioso de energías. Estamos transformando constantemente energías de  las cuales utilizamos parte para realimentar nuestro cuerpo y parte para mandar al universo.

Somos así como un canal que transforma energías de alta vibración y alimentamos la parte densa o física, transformando esos pensamientos-simiente en realidades concretas del mundo físico.
A la vez utilizamos la energía más grosera para transformarla en una de más vibración y mandarla al cosmos con nuestros sentimientos y emociones.

Simplemente una noción de todo este complejo proceso, para no complicar el objetivo al que queremos llegar.

Todas estas energías, que recibimos y mandamos, se distribuyen a través de unos vértices cuyos campos de energía son como embudos de fuerza y que en la india de tradición aria se denominan en sánscrito: CHAKRAS

Tradicionalmente estos vértices o chakras son siete, pero en realidad son doce si consideramos que siete están a la altura de nuestro cuerpo y los otros cinco corresponden a puntos fuera del mismo pero que se encuentran en nuestro cuerpo vital.

No debemos confundir los chakras con los meridianos de energía, que son los que vamos a estudiar, pero creo que es fundamental, hablando de energías, el introducir unas nociones básicas del movimiento y generación de nuestras energías.

Los siete chakras tradicionales localizados a la altura del cuerpo son:

1.-CHAKRA RAIZ o BASE (aproximadamente 2 cm. del ano)

2.- CHAKRA SACRO (en la zona sacra)

3.- CHAKRA PLEXO SOLAR o INGINAL (a la altura del ombligo)

4.- CHAKRA CARDIAS o CARDIACO (en el corazón)

5.- CHAKRA DE LA GARGANTA o TIMO (en la garganta)

6.- CHAKRA DEL TERCER OJO (en el entrecejo)

7. CHAKRA CORONARIO o CORONA (en la coronilla de la cabeza)

Estos vórtices son dobles, de frente y detrás, excepto el Raíz y el Coronario que son sencillos, uno hacia abajo y el otro hacia arriba respectivamente.

Los otros cinco vórtices, tres por encima de la corona, que se corresponden con la energía espiritual, con los centros superiores y con nuestra estrella álmica;  los otros dos por debajo del raíz como son a 15 cm. en la tierra y con el cristal central.


Podemos considerar los chakras como depósitos de energía y los meridianos, que trataremos más tarde, como las carreteras y caminos por los que circula la energía para llegar a todas las partes de nuestra compleja estructura.

Hasta pronto y Paz Profunda
Sagoan

13 de marzo de 2013

MI SANACIÓN EN EL CAMINO V...




MI SANACIÓN EN EL CAMINO V…

Dijimos anteriormente que cuando nos debilitamos, es decir cando nuestras defensas están bajas, tanto las causas internas como externas nos agreden, pero si con los métodos adecuados y tiempo vamos a la causa de la enfermedad, nuestro cuerpo pondrá todos los medios a su alcance para curarse.

Para nosotros los occidentales siempre hemos trabajado con los cuatro elementos: tierra, fuego, aire y agua, en correspondencia con las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno.
En la tradición china, su cosmogonía contempla cinco elementos, esto es debido a que al igual que nosotros hacen corresponder los elementos con las estaciones del año, pero ellos contemplan otra estación más entre el verano y el otoño, que es el verano tardío.

Los cinco elementos son:
-          MADERA: Corresponde a la primavera. Representa la infancia, el inicio de la vida. Su color es el verde. Su orientación es por donde sale el Sol: El Este.
-          FUEGO: Se corresponde con el verano. Representa a la juventud. Es el tiempo de aprender, de ir colocando los cimientos para el futuro. Su color es el rojo. Su orientación es el Sur.
-          TIERRA: Es el verano tardío. Corresponde a la madurez, cando empezamos a cosechar los frutos de nuestros esfuerzos. Es una época de cambios. Su color es el amarillo. Su orientación el Sudoeste.
-          METAL: Es el otoño. Es cuando empezamos a ser más indulgentes con nosotros mismos y con el mundo, cuando los resultados nos empiezan a importar menos que el tiempo que nos queda. El color del metal es el blanco y su orientación es por donde el sol empieza a ponerse, por el oeste.
-          AGUA: Es el invierno. Corresponde a la vejez. Su color es el azul oscuro o el negro. Su orientación es el frío Norte.

 Cada elemento se corresponde con determinadas cualidades físicas y psíquicas.

Por ejemplo:
 LA MADERA, se corresponde con el viento, el viento de primavera, hace a la persona flexible y creativa. Con gran capacidad para la planificación, pero a la vez estando mal afectado se puede transformar en cualidades negativas como ira y estrechez de miras.

EL FUEGO, se corresponde con el calor, el calor del verano, dota a la persona de una gran claridad mental en su parte positiva; en su parte negativa tendrá falta de alegría y aislamiento.

LA TIERRA, tiene su punto en la humedad del verano tardío. Es estable y realista, con buen carácter. En su vertiente negativa puede tener preocupación, dudas, sentimentalismo y proteccionismo extremo.

EL METAL, es la sequedad del otoño. Sus características son el raciocinio, la confianza  y el sentido de la justicia. En negativo, tristeza existencial e incapacidad de abrirse a los demás, no se suelta.

EL AGUA, corresponde al frío del invierno. Voluntad, humildad y coraje son sus características. Su parte negativa es el miedo y el desánimo.

Cada uno de nosotros tenemos todos los elementos, pero siempre habrá alguno predominante que marcará más nuestro carácter.
Todo esto dentro del contexto de la filosofía china, en la que todo está en constante movimiento y cambio. En su propia definición está en que ningún elemento es superior a otro, y ninguna virtud merece ser vivida con exceso.

Hasta pronto
Sagoan    

9 de marzo de 2013

Mi sanación en el camino IV



MI SANACIÓN EN EL CAMINO IV

¡Hola compañeros en el camino!

Cerramos el capítulo anterior con las dos cualidades de la enfermedad, según la concepción de la medicina tradicional china, siempre con la filosofía del equilibrio entre el Yin y el Yang:

La enfermedad Yang, caliente y superficial, por exceso de energía chi y la enfermedad Yin, fría y profunda, por defecto de energía.

Todos enfermamos porque nuestro cuerpo en sí, con sus acciones (mala alimentación, respiración inadecuada, adicciones…etc) o con nuestro mundo psíquico (pensamientos negativos, falta de autoestima, depresiones…etc) hace que nuestra energía vital se desequilibre y tenga su expresión en el cuerpo en forma de enfermedades.

Para muchos resultará una idea un tanto absurda, pero ahora que nos no oye nadie os comentaré en voz muy baja que es muy saludable hablar con nuestro cuerpo, preguntarle que es lo que le sucede, que podéis hacer para equilibrar su energía.
Probadlo, ya veréis como funciona.

A menudo, siendo optimista, tendemos a considerar nuestro cuerpo como nosotros mismos. La realidad es que nosotros no somos nuestro cuerpo, sino que es la máquina perfecta que utilizamos para expresarnos en esta parte densa. Nosotros somos el barquero, el cuerpo es la barca. Es conveniente para nuestro periodo de experiencias aquí, tener la barca en las mejores condiciones para así disfrutar mejor del camino.

Si tenemos una comunicación y relación directa con nuestro cuerpo, este primero nos susurrará cuales son sus necesidades. Si no tenemos oídos para él, nos hablará. Si a pesar de todo hacemos como que no escuchamos, nos gritará, Y si finalmente lo despreciamos, se enfermará.

Lo que no se aprende con conocimiento se aprende con dolor.

De poco vale que hagamos dietas, que nos arreglemos el pecho o la nariz, que hagamos yoga una vez a la semana o que nos hagamos el propósito todos los días al levantarnos de tener un pensamiento positivo. Todo esto está muy bien pero, si no transformamos nuestro conocimiento de las cosas en sabiduría, será como el que almacena cosas en su casa sin poder disfrutar de ellas, al final su vida será un caos.

Intentemos dialogar con nuestro cuerpo, en calma y en silencio. Solo se ve el fondo del río cuando este está en calma.

Según la medicina china hay cuatro factores más uno más importantes, que son los responsables externos de que el cuerpo se desequilibre. Son:

HUMEDAD………………………….SEQUEDAD
FRIO………………………………….CALOR    
VIENTO

Estos conceptos, como toda la filosofía oriental, no se pueden tomar al pie de la letra, su significado es mucho más amplio.
Se tiende siempre a buscar el estado de  equilibrio, el punto medio.
En las causas externas, los climas extremos perjudican el cuerpo.

Tanto la humedad extrema como la sequedad, nos perjudica, tanto el frío extremo como el calor,  notamos sus efectos desestabilizadores, no solo en nuestro cuerpo sino también,  interfiere en nuestros pensamientos y raciocinio.

El que peor prensa tiene es el Viento. En periodos ventosos como la primavera,  estadísticamente aumenta el número de infartos cerebrales. Actúa sobre todo en nuestro sistema nervioso, provocando a veces estados de angustia y depresión sin una causa aparente.

Hay otras muchas causas externas como los microorganismos que, han estado siempre con nosotros y son más antiguos, son repelidos por nuestro sistema inmunitario. La contaminación del medio ambiente y demás agresiones que vienen del exterior hacen mella en nuestro sistema.

Como causas internas, que actúan también en nosotros y que nos hacen difícil mantener la estabilidad, son la fantasía, el miedo, la tristeza, la ira, la envidia, las ansias desenfrenadas de poseer… etc.

Todas estas “agresiones” a nuestra salud no suponen problemas irreversibles para nuestro organismo, que tiene capacidad y experiencia para contrarrestar y equilibrar todo este campo de energías, pero… siempre que se le de tiempo a reponerse.

La salud es algo unitario, no hablamos de “saludes”, es un conjunto armónico de fuerzas y energías: LA SALUD; pero si hablamos de enfermedad o enfermedades, que son aquellas fuerzas y energías que hacen que nuestro campo se desequilibre. No forman un todo sino que tenemos que ir reconociéndolas según los síntomas e ir aplicando los métodos de curación adecuados para su erradicación o atemperamiento.

El problema es del hombre actual es que su evolución física no ha ido a la par con su evolución intelectual y cultural, por lo que nuestro subconsciente al leer el código de barras de un problema exterior o interior, prepara todo su armamento pesado y nos mata moscas a cañonazos; eso si, con toda su buena intención, pero… nos provoca estrés.

Como consecuencia, cuando nos debilitamos, es decir cuando están bajas nuestras defensas, no nos queda tiempo suficiente de reponernos y la agresión nos causa estragos. Si además “ayudamos” con productos químicos que eliminan el síntoma y no la enfermedad, pues estamos preparando un buen cóctel explosivo.

Todo esto es muy importante, porque nosotros mismos volvemos loco a nuestro subconsciente, tan lógico el.
Por ejemplo si nos duele la cabeza y tomamos una aspirina y se nos quita el dolor de cabeza, el interpreta que el cuerpo necesita aspirina, cosa que no es real, porque lo que necesita el cuerpo es que sepamos de donde viene el dolor de cabeza, puede que sea de una mala digestión y vamos nosotros y le damos aspirina.

Es algo así como cuando éramos recién nacidos y cada vez que llorábamos, todos los que estaban alrededor interpretaban que teníamos hambre y nos daban de comer, y resulta que era porque nos escocia la piel. Por eso ahora cuando algo nos crea angustia nos vamos al frigorífico, al alcohol  o al cigarrillo.

Por favor… expliquemos a nuestro cuerpo todo esto para que lea bien el código de barras.

Hasta pronto
Sagoan          

6 de marzo de 2013

MI SANACION EN EL CAMINO III



¡Hola amigos y compañeros en el camino!

Como os dije disponemos de tres tipos de energía para recorrer el camino: la energía de la fuente, que es la que nos traemos y es limitada, la de la alimentación y la de la respiración.

También comentamos como todas esas energías circulan por unas autovías rápidas que se llaman meridianos y sirven de enlace, para llevar la energía, con cada punto de nuestro cuerpo por unas carreteras y caminos vecinales que se comunican con cada uno de nuestros órganos. En estos órganos se paga peaje de transformación y se continúa circulando.

Cuando nos adentramos en el conocimiento del cuerpo humano no podemos por menos de sentirnos maravillados por la perfección de esta máquina humana, tan perfecta, tan sensible y tan desconocida que nos hace sentir un respeto infinito hacía la fuente y arquitecto que ha diseñado todo este entramado.
Bueno… pues nosotros, tristes mortales, con toda la osadía que da la ignorancia, nos vamos a adentrar en los misterios del Cosmos, como es nuestra obligación y función en esta parte densa… tan densa que a veces parece que nos ahoga. Es tal como así lo veo.

En nuestro mundo las energías están en constante movimiento, según la ley universal del movimiento continuo, y a la vez sujeta a la ley de polaridad.

Los dos polos que la tradición china señala son el YIN y el YANG.

El Yin representa el movimiento mismo y el Yang la calma dentro del movimiento.
El Yin actúa y el Yang regula
El Yin representa la cantidad y el Yang la calidad.
El Yin es lo externo, lo superficial, lo hueco, el verano, lo positivo, lo masculino…
El Yang es la energía femenina, el invierno, lo interno, la calma, la profundidad…

Todos tenemos un componente Yin y Yang, dependiendo de las proporciones tendremos un temperamento más Yin o más Yang. Pero siempre uno complementará al otro.

Creo que en nuestras relaciones con los demás o de pareja, estas energías se acoplan de tal manera que forman una resultante para ese tipo de relación. La resultante no es siempre armoniosa y puede dar origen a fracasos que todos, en mayor o menor medida hemos padecido.

Incluso una pareja con uno de ellos de componente Yin predominante y el otro Yang pueden tener una fuerte atracción sexual y sus relaciones sexuales pueden ser muy satisfactorias para ambos, pero luego en cambio el “tu a tu” diario a nivel de responsabilidad y compromiso puede ser un fracaso y hasta a veces un infierno.
En las relaciones homosexuales también encontramos este efecto predominante en los dos componentes, suele haber una persona más yin y otro más yang.

En el momento de la concepción el espermatozoide, símbolo yang, se introduce en el óvulo, símbolo yin, y transporta la información de lo masculino a lo femenino.
Forman el complemento de la Vida.

Con todo lo que se ha expuesto, la medicina tradicional china llega a la conclusión que los meridianos, que pueden ser yin o yang, se asocian en parejas y conforman una unidad.

Los meridianos yin circulan por las caras interiores del cuerpo y de abajo a arriba y los meridianos yang por el exterior de arriba abajo.

Todo este transporte de energía puede dar origen a:

-          Un exceso de energía cinética circulante, que creará una desarmonía por exceso o enfermedad Yang,                  caliente y superficial.
-          Un defecto de energía, enfermedad Yin, relacionada con el frío y de carácter profundo.


Para cerrar este artículo tendremos en cuenta que para la medicina tradicional china el yin y el yang actúa principalmente a cuatro niveles:

-          El Yin y el Yang se contraponen. Es fundamental para la evolución, la eterna lucha entre los dos tipos de              energía. Es la esencia de la Vida.

-          El Yin y el Yang depende uno del otro. La vida humana no sería posible sin la unión del Yang (masculino) y el Yin (femenino).

-          El Yin y el Yang se complementan. En la medida que aumenta el Yin, lo hace el Yang y viceversa.

-          Cuando el Yin llega a su punto crítico se trasforma en Yang y viceversa.


Hasta pronto
Sagoan

¿ERES UN ALMA VIEJA...?


¿ERES UN ALMA VIEJA?
por Gregg Prescott


En términos generales, todos somos almas viejas, pero algunos de nosotros hemos estado aquí más tiempo que otros.

Así que, ¿cómo puedes saber si tienes un alma vieja?

1- Entiendes muchas de las más profundas lecciones de la vida
Para algunas personas, es difícil imaginar que el alma de un niño puede ser mucho mayor que el alma de sus padres. Para estas personas en particular, esta es una señal de que su alma pudiera ser más joven que la suya. Una vez que comprendas que el tiempo, el espacio, la energía y la materia son productos tridimensionales, la teoría del tiempo se vuelve irrelevante, por lo que la teoría de la edad de tu alma también se vuelve irrelevante.

2- Estás en contacto con tus habilidades naturales o tiene un gran interés en estas habilidades
Algunas personas nacen con dones innatos, como la capacidad de sanación especiales o capacidades psíquicas. La verdad es que todos poseen estas habilidades, pero un alma más vieja está más en consonancia con la forma de acceder y aplicar estas habilidades en nombre de la humanidad. Si no tienes ninguna habilidad especial, pero un gran interés en ella, esto no es más que tu alma tratando de recordar estas habilidades que podrías haber tenido en una vida anterior.

3- Te vuelves consciente espiritualmente
Todo el mundo es pura conciencia, pero muchas personas tienen dificultades para entender lo que esto significa. Tu alma es conciencia pura y amor. Tiene una comprensión única de cómo la matriz está siendo manipulada en este planeta y comprendes que todo lo que hacemos como humanidad contribuirá a facilitar el despertar de los demás.

4- Entiendes la importancia del perdón
Algunas personas son almas viejas que todavía tienen mucho que aprender porque están atrapadas en el interior de la caja con sus ideologías, son tercos o no han aprendido la importancia del perdón. Al perdonarnos a nosotros mismos y a otros, podemos liberar el karma entre estas personas.

5- Eres capaz de trascender el ego
Es casi imposible que alguien pueda trascender completamente el ego el 100% del tiempo, pero simplemente ser conscientes de nuestro ego y cómo éste juega en contra de la conciencia de unidad es una señal definitiva de un alma vieja.

6- Eres capaz de trascender el materialismo
El dinero y el materialismo son producto de esta realidad tridimensional y es fácil sucumbir al materialismo. Un alma más vieja se da cuenta de que el dinero es inexistente en el otro lado y por lo general nos aleja de lo que realmente somos como seres espirituales. Aquellos que son almas viejas generalmente, utilizarán el dinero como una herramienta para ayudar a facilitar su progreso espiritual. También pueden usar su dinero para ayudar a otros que son menos afortunados.

7- Eres capaz de entender el concepto de que tu cuerpo es un estuche de tu alma
Antes de que nacieras, no sólo escogiste a tus padres, también elegiste tus situaciones de vida y los desafíos que contribuirían a facilitar tu crecimiento espiritual mientras está expiando cualquier karma anterior.

8- El cuerpo que ocupas actualmente es simplemente un recipiente para el alma
Tienes una comprensión de lo que necesitas hacer para completar tu progreso espiritual. Sólo con llegar hasta aquí, estás más despierto que la mayoría de la gente en este planeta. Tienes una comprensión de las leyes universales y lo que queda por hacer en tu contrato del alma. Incluso si no estás seguro de esto, tu ser superior y guías espirituales continuarán llevándote en la dirección correcta.

9- Tienes un fuerte sentimiento de que el hogar no es la Tierra
a) ¿Alguna vez miraste al azar el cielo y te quedaste viendo a una estrella desconocida sin ninguna razón en particular?

b) ¿Tiene una conexión especial con sistemas estelares específicos, como las Pléyades o el Cinturón de Orión?

c) ¿Las guerras y la corrupción te hacen sentir incómodo, como si no existieran en el lugar de donde originalmente viniste?

d) ¿Eres una de las almas que se ofrecieron de voluntarias para venir aquí a este punto específico en el tiempo para ayudar con la ascensión de la Tierra?

Si contestaste sí a alguna de estas preguntas, entonces es probable que la Tierra no sea tu planeta de origen.

10- Tiendes a ser una persona solitaria
La persona solitaria a menudo es condescendiente, pero en realidad estas almas viejas están buscando otros fragmentos de sí mismos y con frecuencia se alejarán de las almas más jóvenes que necesitan más encarnaciones en un planeta tridimensional. Las almas más viejas buscarán a otras personas de igual mentalidad, porque hay una comodidad y familiaridad con este tipo de personas que van a ayudar a facilitar a los demás la progresión espiritual.

11- Tienes una naturaleza rebelde
Ya sea que te rebeles contra la religión, las leyes o cualquier otra cosa, esto es una señal de que el alma conoce las leyes únicas verdaderas... las leyes del Universo.

12- Tienes un deseo ardiente de alcanzar la verdad y la sabiduría interior
Muchas almas viejas pueden ver fácilmente las mentiras que nos han enseñado a través de la religión, la política y a través de nuestros centros educativos. Si bien se dan cuenta que todos somos uno con el universo, también quieren la verdad expuesta, para ayudar a otros en su proceso de despertar.

13- ¿Sientes una separación entre tú y el "mundo real"?
Al trascender el ego y el materialismo, te encuentras viviendo un estilo de vida diferente. Si bien esta forma de vida es única a tu encarnación actual, parece haber también un conocimiento de la dirección a la que te diriges.

14- Eres curioso acerca de si eres un alma vieja o no
Muchas almas jóvenes no harían esta pregunta ni mucho menos se preocuparían por ello. Mientras que muchas almas viejas tampoco se preocupan, por diferentes razones, simplemente "saben" que son almas viejas, pero es bueno tener afirmaciones que coincidan con su progreso espiritual.

Muchos de los que han despertado probablemente se trasladarán a su próximo nivel de evolución espiritual. Es importante recordar que esta no es una carrera, porque al final, todos ganamos.

2 de marzo de 2013

MI SANACIÓN EN EL CAMINO...



¡Hola amigos y compañeros en el camino!

Continuando con la energía vital, “el chi” para los chinos, es algo que traemos en nuestros genes, la energía que ingresamos con los alimentos y la energía del aire que respiramos.
El concepto del chi es mucho más amplio, desde una caricia, un acto de gratitud o una relación sexual satisfactoria.  
Unos pensamientos positivos generan una energía vital en nosotros tanto como la realización de un pranayamas (respiración consciente), igualmente pensamientos de odio, codicia o envidia, bajan nuestro nivel energético.
Así todo, la falta de salud, tanto corporal o psíquica, viene unida a un desequilibrio energético, ya sea por defecto o por exceso.

El cuerpo humano es como una red de autopistas de energía por las que circula el chi.
En esos canales hay unos puntos de transferencia energética que tienen una relación directa con ciertos órganos y con chakras o nadis de energía. La conducción libre, sin obstáculos y equilibrada, por estos canales es lo que nos origina esa salud a la que tenemos tanto aprecio.
A la medicina tradicional china le interesa menos el diagnóstico exacto, que el cuerpo recupere su equilibrio perdido. Parte de la base que una vez en equilibrio, el cuerpo mismo pondrá todos los medios a su disposición, utilizando su farmacopea corporal, para luchar contra la enfermedad.
Todo ser humano cuando llega a esta parte densa dispone de un caudal energético de distinto origen:

-         La energía de la fuente primordial, llamada Yuan-ki, asociada a los riñones. Es la energía que traemos al nacer y la que tendremos mayor cuidado en administrar. Su caudal depende de nuestro código genético y de nuestro árbol genealógico.
-         La energía de la alimentación, llamada Ying-ki y está asociada al bazo y al páncreas. Es una energía depende de lo que comemos y bebemos. Al contrario que lo anterior no es hereditaria y depende directamente de nuestra alimentación.
-         La energía de la respiración, llamada Qing-qi asociada al pulmón. El primer punto P1 del meridiano del pulmón recibe directamente de los pulmones esta energía y da inicio al ciclo de los meridianos. Una buena respiración es clave para sacar todo el partido de esta energía.

Hasta pronto y Paz Profunda
Sago-an