Hola compañeros en el sendero de la Vida.
El presente es el único estado de conciencia que capacita al ser humano para sentir la felicidad.
La felicidad nace de la comunión del hombre con su entorno y esta comunión siempre está en el presente.
Aun cuando evoquemos recuerdos del pasado o planifiquemos nuestro futuro, lo hacemos en las coordenadas del presente; pero estos recuerdos no transforman nuestra vida, son instrumentos de nuestra mente.
La verdadera transformación se realiza en el aquí y ahora.
El presente nos reta a decidir sobre los problemas que se nos plantean aquí y ahora, a modificar y crear nuestro interior así como nuestro entorno.
Cuando el ser humano ha alcanzado cierta edad y siente que sus capacidades están mermadas, su mente, cada vez con mayor frecuencia, se refugia en los recuerdos del pasado que ya no existe o siente miedo al futuro que está por venir, perdiendo la capacidad del presente y renunciando a vivir en él y seguir evolucionando.
A las puertas de un templo un mendigo cubierto de harapos y sentado en una caja de madera, pedía limosna a las personas que entraban y salían del templo.
Así día tras día fue pasando el tiempo y el mendigo sentado encima de su caja de madera esperando que Dios le concediese encontrar un benefactor que le sacara de tanta miseria.
El tiempo pasaba y el mendigo se convirtió en un anciano.
Un día de invierno lo encontraron inmóvil sentado encima de su caja de madera.
El anciano mendigo había muerto.
Cuando unas personas fueron a retirar el cadáver, la curiosidad les llevo a mirar que es lo que contenía la caja de madera en la que el mendigo había estado toda su vida sentado encima.
¡Estaba llena de monedas de oro!
Piensa, siente y procede rectamente en el presente.
Mis deseos de Paz Profunda
Sagoan
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