20 de mayo de 2009

LA PIEDRA DE SAGOAN - CAPITULO VII


PADRE, HAZ DE MÍ SEGÚN TÚ PALABRA.




CAPITULO VII
-SI-

S.- ¡Hola piedra! Hoy te veo distinta, tu color ha variado, incluso me parece que tu forma no es la misma. ¿Que te sucede?



P.- Sago-an, mi trabajo ha terminado.

He intentado hacer crecer en ti la Rosa del Conocimiento.

Despertar en tu interior el ansia y la determinación del cambio.

De la misma forma que el hombre que en principio vivía en la ignorancia, inocente y sin experiencia, en el Paraíso, con todo a su alcance pero sin consciencia de su individualidad, separado en sus dos sexos, comió de la manzana del conocimiento dándose cuenta de su desnudez, de su individualidad.

De la misma forma, cumpliendo tu ciclo, has comido del árbol del conocimiento.

Tendrás que trabajar en tu interior con el sudor de tu frente.

Para crecer.

Para adquirir esa paz, esa armonía con el cosmos.

Es tu función en esta parte densa.



¡ESE TRABAJO ES TUYO!




S.- ¿Pero quien va a saciar mis ansias de conocimiento?

¿Quién va a guiarme en el camino?



P.- En nuestro primer encuentro te dije que el Maestro llega cuando el discípulo está preparado.


Tú ahora estas preparado para convertirte en un Guerrero de la Luz, para aceptar su código de conducta.



¿Y cual es el código de un Guerrero de la Luz?



LA CONQUISTA SOBRE UNO MISMO HASTA LA DISOLUCIÓN DEL EGO.


LA LIBERTAD CONSCIENTE.


Y EL ÁNIMO DE SERVICIO.




Estos tres pilares tienen para el guerrero espiritual un profundo significado de la existencia, una presencia del aquí y ahora y todo su camino, su actividad y circunstancias son aprovechadas para su crecimiento espiritual.


La conquista sobre si mismo la realiza con destreza y paciencia, lucha contra sus propios egos.


Como buen estratega sabe que no puede luchar contra ese árbol potente y para ello va cortando poco a poco sus ramas hasta que el árbol ya seco pueda derribarse.


Sabe que el Conocimiento no se transforma en Sabiduría de forma gratuita, para ello emplea su voluntad consciente y aprovecha todas las situaciones para crecer, aprendiendo a vivir de instante en instante.


Equilibra su centro emocional para que esas emociones no le distraigan en su camino, para sentirlas sin identificarse con ellas, llevándolas a la Mente Superior para transformarlas de manera objetiva.


No se lamenta ni se compadece, sabe que sus circunstancias amargas son producidas por él mismo y lava una ley inferior con una ley superior.


Se acepta como es y no se castiga cuando tropieza, corrige el defecto y continúa el camino.


Valora la inteligencia pura, la que emana de su Fuente Primordial, no a los dogmas, ideologías y líderes, creando su libertad interior.


No acepta la injusticia ni la mentira, es guerrero de la Verdad y la Justicia, pero sabe que no puede haber justicia sin Misericordia.


No se traiciona a sí mismo, ni a los demás. Lucha con su mente inferior contra el espejismo, la fantasía y el autoengaño, llevando sus pensamientos a su centro de gravedad mental.


No hace propósitos, elige el camino para su realización personal.


No gusta del artificio, habla de corazón a corazón, no se identifica con los problemas, pero crea paz interior a su alrededor y la comparte.


Se respeta a sí mismo y a todo, sintiéndose parte del un universo que nos penetra.



Y en cualquier momento:

Ten preparada tu CASA, bien dispuesta y limpia.
Ordenados tus ENSERES.

Tus RIQUEZAS bien guardadas en la caja fuerte de siete llaves.

Las FACTURAS liquidadas separadas de las que tienes pendientes.

Las puertas y ventanas abiertas a la LUZ y cerradas a la oscuridad

Siempre dispuesto tu VESTIDO de lino blanco.

En la mesa de piedra pon tu ROSA ROJA siempre
EN EL MISMO JARRON SIN JAMAS DERRAMAR EL AGUA.

Y en tu corazón un "HAGASE TU VOLUNTAD Y NO LA MIA".


Por último mientras nos fundimos en un pétreo abrazo recibe el secreto de boca a oído, como en las antiguas tradiciones.


“DIOS ERES TU "

Paz Profunda

Sagoan

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