12 de febrero de 2013

A VUELTAS CON NUESTROS DICHOSOS IMPLANTES...



¡Hola amigos y compañeros en el camino de la Vida!

Estamos otra vez a vueltas con los dichosos implantes.
La mente es como un iceberg. 
La parte visible, a la que tenemos acceso, es la consciente, pero la mayor parte de ella es oculta; es la mente subconsciente. 
Esta última es la responsable de buena parte de nuestros éxitos o nuestros fracasos, que tenemos a lo largo de nuestra vida. 
Hace que ciertos patrones se implanten en el subconsciente y nos impulsen a repetir determinadas conductas. 
Estos implantes los vamos adquiriendo desde el momento que al nacer tenemos contacto con el exterior. Nuestros padres, los profesores, los amigos, etc. van implantando, casi siempre exigiendo, en nosotros unos modelos de conducta.
Desde el mismo momento en que nacemos se nos asignan unos roles, a los que de manera explicita tenemos que responder, sino nos hacen sentir apartados de la tribu social, hasta que volvamos a entrar en el camino que se nos ha asignado. A lo largo del tiempo han crecido en nosotros unas conductas adquiridas que han hecho todo lo posible por "ayudar" a fastidiarnos el día:

  
Implante de “Siempre me están pasando cosas malas” y yo no hago nada mal para que me sucedan. 

Implante de accidente. Siempre me están pasando accidentes y mira que procuro ir por la vida con los ojos bien abiertos y atento a lo que sucede. 

Implante de enfermedad. Toda la vida he tenido una mala salud de hierro.

Implante de desorden. Todas las personas a mi alrededor son desordenadas y tengo que estar constantemente ordenando las cosas exteriores a mi, para que no me de tiempo a ordenar mi interior.

Implante de mala fortuna. Que mala suerte tengo, nunca me ha tocado nada, inclusive a veces jugando. Para que esforzarme si todo es fruto de la casualidad. 

         Implante de ser indispensable. Déjame que lo hago yo mejor y tardo menos. Que haríais si yo faltara.  

Implante de “todo vale”. El fin siempre ha justificado los medios. Lo importante no es ser el mejor preparado, sino el más "listo". 

Implante de “buena cuna”. Yo he nacido en el seno de una buena familia y no voy a malgastar mi educación que tanto le ha costado a mis padres, para rebajarme a hablar con la plebe.

Implante de “a mi nadie me respeta” y yo soy el primero que respeta a todo el mundo y tengo un gran concepto de mi mismo?

Implante de fobias.Yo siempre he sido una persona muy coherente y nunca he tenido manías?

Implante del “yo soy así”. Solo he servido para trabajar y ganar dinero

Implante de la moda

Implante de “está en el programa”

Implante de logro

Implante de perfeccionismo

Implante de lo correcto

Implante del culto al héroe

Implante de obediencia ciega a las normas

 Etc...etc... etc...

El cambiar los patrones de conducta, es decir eliminar los implantes es una decisión personal.
Es una elección. Si elegimos el cambio vamos a tener una resistencia, por la ley de acción y reacción, a la transformación que queremos en nuestras vidas.

Ejerciendo la auto observación para conocer la emoción, la voluntad para superarla y el recuerdo de la Mente Superior, nos hará entrar en el camino del trabajo interno.


Creo que el comienzo para atajar el problema es conocerlo, yo pongo mi granito de arena y lo expongo, pero el trabajo que lo tiene que hacer cada uno. 

Yo hago el mio y con la nota de "necesita mejorar", voy mejorando.

Si eres valiente para hablar de tú a tú con tu mente... adelante.

Sagoan

Con mis mejores deseos de Paz Profunda

Sagoan

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